Día 25. Khajuraho, viaje hasta Varanasi


Advertisement
India's flag
Asia » India » Madhya Pradesh » Khajuraho
January 26th 2009
Published: January 29th 2009
Edit Blog Post

Resumen de las actividades del día: Aeropuerto de Khajuraho para tomar el vuelo con destino a Varanai. Cancelación del vuelo y viaje a Varanasi en coche

Aviso importante: El relato de este día no describirá ninguna de las muchas atracciones turísticas que hay en la India, simplemente porque no fue un día de excursiones. Pero, tal como lo expresé desde un principio, este sería el diario de mi viaje, de las cosas que me han sucedido… no sería una descripción de los paisajes turísticos, que para eso ya hay mucho escrito y los interesados pueden encontrar información a raudales en Internet. Sin embargo para mí, éste fue un día de vivencias importantes, y quizás, por todo lo sucedido, sea uno de los días que no podré olvidar.

,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,

Desayunamos en nuestro hotel, Harmony. Teníamos vuelo con destino a Varanasi a las 12:20 hs, la duración del vuelo sería de 40 minutos. Suponíamos que al mediodía ya podíamos estar en Varanasi, disfrutando de lo que debería ser la guinda del pastel; una de las ciudades en las que depositábamos nuestras mejores expectativas. 😊

Como teníamos bastante rato libre, nos conectamos un rato a Internet para ver nuestros e-mails. Luego cogimos un rickshaw para ir al aeropuerto; llegamos con mucho más de una hora de anticipación a nuestro vuelo. Resultó innecesario… ni bien llegamos nos avisan que el avión saldría con una hora de retraso. Pfff! Ahora nos sobraba demasiado tiempo. El pueblo de Khajuraho no quedaba demasiado lejos, podríamos haber vuelto y pasear un rato más, pero decidimos aburrirnos en el pequeño aeropuerto. 😞

Cuando ya eran las 13:00 hs y el avión debería estar próximo a salir, nos avisan que el avión saldría con una hora más de retraso (entre las 14:30 y 15:00 hs). Bueno, de momento no era tan grave; sólo que estábamos en un aeropuerto, perdiendo horas que podríamos estar disfrutando en Varanasi. 😞

A las 13:45 hs se conoce la noticia que no queríamos escuchar. El vuelo queda cancelado! El personal de Kingfisher Airlines dialoga individualmente con cada uno de los pasajeros o grupos de pasajeros para ofrecerles las tres alternativas posibles. 1.- postergar el vuelo para el día siguiente a la misma hora, con gastos de hotel pagados para esa noche, teniendo además prioridad en caso de “overbucking”; 2.- devolución del dinero del pasaje; y 3.- contratar un taxi para que nos lleve a Varanasi de forma inmediata.

Nuestro razonamiento fue el siguiente: la primera alternativa fue descartada de inmediato; al día siguiente podría suspenderse igualmente el vuelo y deberíamos quedarnos en una poco atrayente Khajuraho. Además, sea como fuese ya nos perderíamos un día de estancia en Varanasi. Si aceptábamos la segunda propuesta, nos correspondería a nosotros negociar con los taxistas, y el resultado era, como mínimo arriesgado y las consecuencias, imprevisibles. Aunque, 134 euros, que era la suma de los dos pasajes, hubiera dado juego para mucho.

Así es que, rápidamente nos llevaron a la parada de taxis del aeropuerto, nos designaron el vehículo, un Ambassador (foto), y nos proveyeron de dos cajas con el almuerzo para cada uno (pollo, sándwich de queso, un postre, una manzana, un plátano, un zumo de frutas y un botellín de agua). El conductor hablaba únicamente en hindi, por lo que llevó de acompañante a su hermano menor - que sí hablaba inglés, además de japonés - para que lo ayudase en la conducción (el hermano se desempeñaba habitualmente como conductor de un rickshaw). La distancia a recorrer eran 400 km y el tiempo estimado de viaje, según el conductor (intérprete mediante) era de 7 horas.

El coche parecía estar bien, era cómodo, estábamos a gusto. Lo que sí, me pareció que la velocidad a la que íbamos (nunca superábamos los 70 km/hora) no nos permitiría llegar a las 21:00, como era de presumir. Se lo hice saber, pero me dijo que no había problema. 😞

Después de unas horas paramos en Satna para tomar una merienda. Ellos eligieron el lugar: un hotel de “medio pelo”, sin embargo los tés los cobraron como si hubieran sido servidos en el Burj al-Arab de Dubai (bueno, creo que aquí me pasé!). Cuarenta rupias cada té, de los que nosotros, como buenos europeos nos hicimos cargo.

Seguimos el viaje, charlando amistosamente con el acompañante. Por el camino nos hemos cruzado con procesiones, cortejos fúnebres con el cadáver a cuesta, peregrinos, niños desnudos, todo tipo de animales, caravanas de gitanos en humildes y muy coloreados carros tirados por bueyes. Cruzamos ríos, lagos, sierras y llanuras, pueblos sin luz eléctrica y muchas más cosas que serían aburridas de enumerar.

El viaje se enlentecía por las malas condiciones del camino, por el tráfico o por no sé qué… pero íbamos muy lento. Ya sabíamos sobradamente que no llegaríamos a las 21:00, pero confiábamos en llegar a una hora prudente para hospedarnos en el hotel que habíamos reservado. 😊

A la hora de la cena paramos (pararon) en un restaurante de cuarta categoría donde coincidimos con otro grupo de turistas que también habían sido víctimas de la cancelación del vuelo y que al igual que nosotros habían optado por el viaje en coche. Decidimos no consumir nada, para ahorrar tiempo y llegar lo antes posible a Varanasi. Nuestros conductores cenaron y para nosotros pidieron 2 tés, que no necesitábamos ni queríamos. Dijeron que no nos preocupemos que ellos lo pagarían. Equivocadamente el camarero trajo sólo un té, pero no nos preocupó. A quien sí le preocupó fue al hermano del conductor quien inmediatamente hizo que nos trajesen el otro. Vaya! Qué gesto! 😊

Luego vino el camarero con nuestra cuenta: otras 80 rupias. Lo que el muchacho había dicho es que ellos pagarían su consumición, que no nos preocupásemos; no que pagarían la nuestra (con su comisión incluida). Por eso tanto interés en que consumiésemos y además que no se olviden del segundo té!! 😞

Ya entrada la noche, la neblina se hizo dueña de la carretera. No se veía más que 4 o 5 metros hacia delante. Os lo juro. Era imposible conducir; sugerimos parar. Teníamos pánico. Confieso que esa noche conocí la diferencia entre miedo y pánico. Nos encomendamos a todos sus dioses. Queríamos cerrar los ojos para relajarnos y que sucediese lo que tenga que suceder, pero no podíamos. Necesitábamos tener los ojos en la carretera, en esa tenue franja blanca pintada en el medio del camino y de la que no debíamos apartarnos. De a ratos aparecía algún camión en nuestra misma dirección, al que dejábamos pasar para poder seguir las huellas de sus luces traseras. Pero siempre encontraban alguna carretera lateral para dejarnos nuevamente a solas con la neblina y contra la muerte. Juro por Vishna que no exagero. 😞

Con esas condiciones de conducción, no es difícil comprender porqué llegamos a Varanasi a las 4:00 de la madrugada. Sí, 14 horas de viaje para 400 km (se pueden descontar 90 minutos de paradas). 😞

En ciertos lugares de la ciudad había actividad, casi como si fuese de día, albañiles trabajando en alguna casa, puestos ambulantes de comida abiertos. Policías armados con fusiles patrullaban a pie por muchas de las calles. Teníamos reservas en el Sita Guest House, frente al ghat Chausatthi, al sur del ghat Dasaswarmedh. Encontrar el ghat a esas horas no fue fácil, dimos varias vueltas hasta que casi llegamos. No se podía llegar hasta el hotel con el coche. Lola se quedó en el coche con uno de los hermanos y yo me fui con el otro caminando por los ghats en busca del hotel. Es decir, entré en Varanasi como pocos: caminando a las 4 de la madrugada por los ghats. Ahí ví a ancianos bañándose, gente cantando como posesos, a gurús haciendo sus rituales, indigentes durmiendo en las escalinatas, en los botes, o debajo de cualquier techo que los reparase… y yo, buscando un hotel. 😞

La situación me resultaba tan angustiosa como absurda. El diccionario de la RAE tiene una palabra que engloba a estos dos adjetivos: kafkiana! 😞

Desde donde dejamos el coche caminamos por los ghats casi un kilómetro hacia cada uno de los lados, pero no encontramos al hotel. Entonces, a buscar otro hotel. Probamos en dos en la cercanía del ghat. Horrorosos. No me animaría a dormir ahí ni aunque
Fachada del hotel Aditya InnFachada del hotel Aditya InnFachada del hotel Aditya Inn

Foto tomada a la mañana siguiente
me pagasen. Pedimos a los conductores que nos lleven a alguno que ellos conociesen y que fuese medianamente recomendable. Intentamos en otros dos hoteles: completos. 😞

La situación ya se había hecho insoportable desde hacía largo rato, así que, a estas alturas por mi cabeza solo cruzaba la frase: Basta ya!! 😞

Los conductores preguntaban a los lugareños. Por fin alguien habla con ellos y les dice donde podría haber habitación para nosotros. Juntos vamos en busca del hotel que nos albergaría: el Aditya Inn. Vemos la habitación, no es una maravilla, pero es aceptable… alcanza a cubrir nuestras exigencias mínimas. Quien nos muestra la habitación dice que esa es una de las habitaciones estándar. Cuando bajamos a la recepción para hacer el check-in nos dicen el precio: 1260 Rs y nos muestran el listado de precios donde dice que la habitación especial es la que cuesta 1260 Rs. Es el precio más caro que hemos pagado en todo el viaje, sin que la habitación sea, ni se le parezca, a la mejor. Preguntamos si nos harían descuento por dos noches que es el tiempo que estaríamos en Varanasi. Antes de que nos responda el encargado del hotel, el hermano del conductor es quien dice que no, que los precios del hotel son fijos. Vaya! ¿No querría que le baje la cuantía que se llevaría en concepto de comisión? 😞

A los 5 minutos de estar en la habitación me golpean la puerta. Es el hermano del conductor que me viene a pedir una propina por habernos traído hasta el hotel.!!! 😞

No me fío mucho de esta gente; a los diez minutos bajo a recepción para que nos devuelvan los pasaportes que habíamos dejado para que completen los datos del ingreso. Están conversando: los dos conductores, el lugareño que nos llevó al hotel y el encargado del mismo. Me pareció haber escuchado la palabra “commission”, pero seguramente fue una quimera. 😊

Para nosotros las 5:00 de la mañana ya era buena hora para descansar. Para los cordiales hermanos era la hora de comenzar el viaje de regreso.






Advertisement



Tot: 0.135s; Tpl: 0.011s; cc: 10; qc: 49; dbt: 0.0579s; 1; m:domysql w:travelblog (10.17.0.13); sld: 1; ; mem: 1.2mb