Vestmannaeyjar

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(seguimos, que voy enchufado con el blog...)

Después de una noche de juerga y de dormir una hora escasa, nos dirigimos Gerard, Silvia y yo hacia el aeropuerto doméstico de Reykjavik donde nos esperaba un vuelo hacia Westman Islands, un archipiélago situado en el sur de Islandia.

Por primera vez íbamos a un aeropuerto andando estando éste a escasos 500 metros del apartamento. Muy listo yo... Al "llegar" nos indicaron que estábamos en el hotel del aeropuerto y que la terminal estaba al otro lado, a unos 40 minutos pie. REGALITO!

Así que adiós al sueño y hola al taxi que tuvimos que llamar. Bueno, todo por no perder el avión... Que no lo perdimos, y de sobra. Tan de sobra que cuando llegamos el vuelo se había retrasado una hora por causa del viento. ¬¬ Qué le íbamos a hacer... "Esperamos una horita y ya está", pensamos...

Al cabo de una hora, lo retrasaron otra, y al cabo de la tercera, dos más. Cada hora salía el nuevo parte del tiempo e iban actualizando que el viento no cesaba. Al ver que la cosa se ponía mal y nosotros estábamos aun renqueantes, nos pusimos a dormir en la sala de espera.

Tan descarado fue que 4 horas después (seguían retrasando el vuelo) pasajeros de otro vuelo buscando sus maletas llamaron a seguridad para asegurarse que Gerard no era un sin techo que se había instalado en el aeropuerto... Así serían sus pintas...

Total, pasaba el día y a eso de las 6 p.m. nos hacen embarcar por fin habiendo el tiempo había mejorado. Sin embargo, 10 minutos después anuncian que cancelan el vuelo definitivamente... Big LOSERS...

SUERTE que esto es Islandia, y aun tener billetes de oferta nos cambiaron el vuelo para otro día el que sí pudimos ir...

Vestmannaeyjar (o las Islas del Oeste) son 15 islas formadas por volcanes submarinos hace unos 11000 años excepto la número 15 que se formó en 1963. ¡Hace nada! Sólo Heimaey, la más grande, está habitada. Ésta es la más espectacular sin duda ya que con sus diez km^2 tiene dos volcanes... Y ojito por que 2,5 km^2 se crearon en 1973 cuando una noche, sin estar previsto, se abrió una fisura en la isla a raíz de una explosión. Lava y ceniza empezaron a brotar de la grieta mientras los habitantes se quitaban aun las legañas...

El destino no se cebó (más) en los habitantes y éste hizo que el viento soplase llevándose la ceniza lejos del pueblo y que una tormenta al inicio de la noche hiciese que ningún pescador saliese a pescar. De ese modo, todo el mundo pudo subirse en alguna barca y escapar del potaje que esta armado... Bueno, todos no. Un drogadicto aprovechó la desbandada para meterse en una farmacia a robar medicamentos con lo que el humo lo envolvió y después fue demasiado tarde para escapar...

5 meses tardó la erupción en cesar y después de muchas maniobras, los islandeses consiguieron detener la lava que amenazaba el puerto con enterrarlo. Por suerte, consiguieron detenerla a 175 metros y ahora desde el puerto se pueden observar ambas partes, la vieja y la nueva.

Personalmente, es uno de los sitios que más me ha impresionado por tener tanta cosa distinta reunida en tan poco espacio...

Empezamos con el aeropuerto que son cuatro cañas y lo que me alegré al ver que no despegamos el domingo. El avión pasa entre los dos volcanes y un golpe de viento y uno acaba haciendo "xup, xup".

Nos dirigimos hacia la zona nueva donde aún puede observar humo que sale del volcán... Ahí hay un enorme jardín de lava cubierta de musgo que se puede recorrer en un camino más que entretenido...

Después se llega a una zona de dunas negras donde han montado un circuito de motocross alucinante...

La tercera y última zona es el terreno que empezó a avanzar hacia el puerto y que amenazó con cerrarlo. Desde allí obtuvimos las mejores vistas de los acantilados de la zona vieja... Gerard iba renqueando ya que fue de listo la noche anterior y se quedó hasta las tantas de la noche despierto pensando que el vuelo no despegaría... Jus, jus...

De camino al pueblo, pasamos cerca de una fábrica de pescado donde hasta la primera papilla se revolvió del horrible olor... El pueblo en sí, como la mayoría en Islandia, no tiene nada a parte de supermercados donde comprar y albergues donde dormir, así que nos dirigimos hacia el norte de la isla donde hay campos de golf (sin necesidad de derrochar agua como en España) y acantilados...

Armados de valor empezamos a subir por una cuesta del mal donde varios bichos como cabras y pájaros nos atacaron, a lo que nosotros respondimos armándonos con piedras. Repito lo de la gente de ciudad y los animales, al ver 4 corderos por el momento, se sintió un tufillo entre nosotros y se llegó a oír un "vámonos por otro lado". Al final me enfrenté al carnero padre con un "eye contact" a lo que se retiraron... Sobrado. (no os riáis ya que con el acantilado que había, un traspié provocado por la cabra y nos vamos montaña abajo...).

Total, que una vez arriba, disfrutamos de un buen almuerzo con unas vistas geniales de la isla aun lado y de Islandia (la isla grande) al otro. Incluso encontramos una casa prefabricada en el sitio más inesperado que os podáis imaginar. Algún ricachón la llevaría en helicóptero ya que no me veo los obreros subiendo cada día hasta allá arriba...

El momento cumbre fue el avistamiento de "Puffins" (o Frailecillo común http://en.wikipedia.org/wiki/Atlantic_Puffin) es un pajarraco muy simpático que se pega unas panzadas enormes de volar migrando desde el sur de Europa... De alas cortas el puffin tiene una forma graciosa de volar y quizás por eso es el animal preferido de los islandeses. O quizás porque se lo comen. Habrá que probarlo...

Vistos los puffins, nos quedaba poco que hacer por la montaña, así que acabamos de dar un rodeo a la pequeña isla y ya finalmente nos dirigimos hacia el aeropuerto donde nos llevaron de vuelta a casa... De camino se podía divisar las otras islas del archipiélago y en concreto la isla de Surtsey (http://earthobservatory.nasa.gov/Newsroom/NewImages/Images/surtsey_ikonos_2001163_lrg.jpg), la más nueva de todas.

Ésta última, no se ha pisado (menos por algún ciéntifico) desde su creación en el 63 ya que se utiliza para un tipo de gran experimento donde se quiere observar como la vida coloniza un nuevo territorio. De momento un alga ha llegado a la isla aun sin pájaros... Lo más curioso de todo es que se han encontrado fósiles en el nuevo terreno... De dónde saldrán, nadie tiene ni idea...

En definitiva, un acierto haber ido a Westman Islands y un sitio menos que visitar en Islandia...

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