Recién aterrizada en Madrid. Calorazo. Las 10 de la mañana, que son las 4 de la tarde en mi cuerpo y 20 horas de viaje encima. Sin mochila, que se quedó temporalmente en Frankfurt porque ella no llegó a coger el vuelo de conexión a Madrid, aunque nosotras gracias a un maratón a las 6 de la mañana por el aeropuerto, sí. Mi casa me recibe (sorprendentemente, a pesar del calor que ha hecho) fría y oscura, como si nada hubiese pasado. Estoy empezandome a llevar ya mejor el fenomeno ¨capsula del espacio-tiempo¨ que es un vuelo transoceanico, porque la primera vez que viaje a Tailandia lo llevé bastante mal. Aun así, lo de estar paseando con tu mochila por chinatown en singapur rodeada de asiaticos , pillar el metro, y 20 horas mas tarde (y
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