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A la 1 de mañana desperté y de inmediato prendà el televisor. Si, era cierto. EN VIVO. La final de la Copa de Campeones. Celebre los goles del Milan y hasta pensé enviarle un mensaje de texto a mi tÃo Machado, pero ya lo arruine una vez por contarle un resultado.
Por supuesto, ya no pude volver a dormir. Me prendà de la tele para ver algunas cosas sorprendentes.
India esta cambiando, y radicalmente. En America Latina se podrÃan distinguir ciclos en los cuales cada generación rompÃa con la anterior desde la segunda mitad del siglo XX en particular. Cada década trajo con ella cambios que podrÃan denominarse como progresivos. En India, el cambio es radical, y todavÃa no esta claro que dirección va a tomar esta sociedad, o sociedades. Los jóvenes de clase media aquà tienen elementos psicodélicos de los 60s con rasgos de Generación X de los 80s, y ambiciones de siglo XXI. Pero no me atrevo a profundizar mas, hasta que tenga mas elementos de juicio.
Que afortunado, podré ver el final de ‘Indian Idol’ (jeje). La música en las discotecas esta dominada por los remixes, donde la música hindi (donde siempre parece que
cantara la misma mujer) se mezcla con el hip hop, el pop, y hasta, un video que vi acá, con algo muy parecido al reggueaton!! También música que rompe barreras sociales: canciones de amores entre un hindu y una pakistani, o entre dos muchachos cuyos padres ya han arreglado su matrimonio con otras personas, es lo que se escucha en la radio.
Los raves son comunes, y hay toda una mafia para promocionarlos. En Gringolandia, tienes telemarketers llamándote para venderte algo u ofrecerte promociones. AquÃ, se consiguen los celulares de los muchachos y no tan muchachos, y les envÃan mensaje de texto, o llaman directamente para avisar donde es el próximo rave. Bastante moderno.
Conversando con un grupo de señores en el desayuno, ellos se quejaban de cómo se estaban perdiendo los valores, la cultura, y que el gobierno no hacia nada al respecto. Que las muchachas salÃan semi-desnudas en los avisos, los videos, y que la industria nacional se caÃa por el libre comercio. Todos estos temas tendÃan a igualarse de alguna manera.
India ofrece grandes contradicciones. La conversación me dejo pensando como estos cambios fruncÃan ceños, mientras en áreas rurales los brama (casta alta) se
consideran con derecho a hacer lo que quieren, incluso violar adolescentes de castas bajas.
Antes de partir, Indiana me mostró el periódico (gracioso, no se como pretendÃa que yo lo leyera). Extremistas musulmanes (aquà también hay extremistas hindis, no menos agresivos) habÃan detonado bombas cerca de Sikri, la ciudad fantasma que pensábamos visitar. Decidimos evitar entrar en el área y solo tome algunas fotos desde el auto. Se ve perfectamente conservada, ya de lejos impresiona.
A las 7:30 de la mañana entré al Parque Nacional de Keoladeo, mas conocido como Ghana. Por estar en un área de transición entre el bosque y el desierto, el parque presenta rasgos similares a los de una sabana africana. Aquà vi un montón de monos, monas y sus monitos, que me veÃan aterrorizados y corrÃan a treparse de la mama mona (Olivieri, hasta aquà escuché tu ‘Que cute’...) y vi a los Cranes blancos. Estos animales andan siempre en pareja, son extremadamente fieles, y cuando uno se muere, el otro se suicida. Me acorde de aquella canción de Sabina, ‘...porque amores que matan, nunca mueren’.
Vi también chacales, pero de esos conozco varios en Maranga city y en el BID, jeje.
También puercoespines, venados, gallinas de agua (si, asà se llaman) y por supuesto, la escandalosa ave nacional: el Peacock, con su señora, la Peahen. Estos pavosreales andan por todos lados, pueden subirse en tu techo, tocarte la ventana, comerse tu comida, y tu no puedes hacerles nada: esta penado cazarlos o tenerlos en cautiverio.
La única manera de visitar el Parque es en bicitaxi (bicycle rickshaws), para no molestar a las aves y permitir una mejor observación. Mi conductor era un viejito que apenas podÃa con su alma, y que habÃa trabajado ahà los últimos 20 años.
Hacia 47 grados centÃgrados cuando salà del parque. Me tome, en este orden: una Mountain Dew, una Mirinda naranja y una Coca Cola de dieta, y me lleve una botella de agua para el camino. Y yo no era el que habÃa manejado el bicitaxi. El aceptó con gusto una botella de agua helada.
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